Milonga del Umbral
De tanto callar, tu voz es mero recuerdo.
Terco! Quisiste escuchar las sinceras palabras de un mudo.
Arrastrás cada una de tus penas por las calles
y das la vida en una apuesta que de movida está perdida.
Creciste en ese barrio sediento de sangre, insaciables garabatos.
Tantos arrebatos ya vimos en tus ojos.
Te hundís en la bohemia, más profunda y más preciosa.
Te pesan los reflejos y te carcome la gloria.
Parado en el umbral, tu propia sangre te traiciona.
Los tiempos perdidos en mares que te juegan siempre en contra.
Tu boca ya no se abre, pero el silencio no te sienta mal.
Siempre supimos que tus sonrisas conversan y hasta nos cuentan de más.
Y no soñás con volar porque te desplumaron hace rato.
Esta mano ya vino jodida, ancho de espadas y dos cuatros.
Saltaste la soga en otros tiempos, la misma que te ahorca ahora de grande.
Pero de pibe soñabas y hoy no hay quien te ablande.
Te hundís en la bohemia, más profunda y más preciosa.
Te pesan los reflejos y te carcome la gloria.
Parado en el umbral, tu propia sangre te traiciona.
Los tiempos perdidos en mares que te juegan siempre en contra.
A la hora de elegir un ejemplo, no te fijaste cual.
Te pegaste un tiro con balas de salva y te moriste igual!