Limpiando de recuerdos nuestro cuarto
yo me encontré tirado en un rincón
aquel viejo guitarro que dejaste
después de alguna fiesta y se olvidó.
Con el acompañabas tus canciones
y hacías llorar mi pobre corazón
sus leños guardan viejos lagrimones
nacidos de tus ojos y mi amor.
Y ahora voy a tocar
al saber que no estás
tú despedida.
Y si me oyen cantar
cuenta se van a dar de aquella herida.
Y le voy arrancar
las cuerdas y tu nombre
para ver si por fin
ya no vuelvo a escuchar
ese maldito acorde.
Y le voy arrancar
las cuerdas y tu nombre
para ver si por fin
ya no vuelvo a escuchar
ese maldito acorde.
Y ahora voy a tocar
al saber que no estás
tú despedida.
Y si me oyen cantar
cuenta se van a dar de aquella herida.
Y le voy arrancar
las cuerdas y tu nombre
para ver si por fin
ya no vuelvo a escuchar
ese maldito acorde.
Y le voy arrancar
las cuerdas y tu nombre
para ver si por fin
ya no vuelvo a escuchar
ese maldito acorde.