Dos semejantes emigrantes
Fieles a su espíritu se enrolan a viajar;
Pero ya esta vez, todo es al revés
Vienen de rodar y recorrer el mundo
Dos semejantes emigrantes
Que se fueron en la balsa o por el aire
O como polizón
Cruzando el desierto
Rumbo hacia lo incierto
Pero ahora el tiempo es de resurrección
Oliendo a progreso
Vienen de regreso
Dime, ¿cuál has visto tú?
Dime, ¿cuál has visto tú?
De los que han quedado atrapados en estos versos
Uno de los dos
Vendrá con un acento
Como si no hubiera nacido aquí dentro
Uno de los dos
Con el cuello dorado
Para que vean lo bien que ha estado
Otro, más discreto, con delicadeza
Sabrá el respeto que arde en la pobreza
Y verá gigante en todo aquel que se quedó
Cuando una daga le recuerde
Por qué fue que se marchó
Cuando una mierda le recuerde
Por qué fue que se marchó
Uno de los dos
De familiar divino
Cual dueño de la lámpara de Aladino
Uno de los dos repartirá promesas
Que acaban donde mismo empiezan
Y entre explicaciones de trucos y hechizos
El otro deslustrando al Paraíso
Dejando preguntas siempre peligrosas:
Que ¿cuándo coño va a ser que cambiarán las cosas?
Que ¿cuándo coño va a ser que cambiarán las cosas?
Uno de los dos
Comprando sexo fresco
A quien le engañe más en menos tiempo
Uno de los dos, estrenará la gracia
De ser especialista en democracia
Uno de los dos, pidiendo de amistades
Como si no hubieran pasado las edades
Uno de los dos vendrá como vocero:
No cambies el corazón por el ropero