Entre el infinito y el instante,
el baile de la suerte es en el aire,
alborotando cada gota,
de la sabia savia del azar.
Entre lo visible y lo invisible,
hay esperanza mi pesar,
sólo he de observar,
las hebras esenciales.
Que el río me conteste,
yo quiero que me cuente,
¿qué don sirvió el antepasado?
y ¿qué maldicion dejó?, al descendiente.
Entre una cosa y otra,
la vida parece tan hermosa,
pero en cambio y al final,
superficial como la piel.
Que el río me conteste,
yo quiero que me cuente,
¿qué don sirvió el antepasado?
y ¿qué maldicion dejó?, al descendiente.
Entre el pasado y el presente,
vaga mundo voy sin rumbo,
caminante de arenas,
soy.