Me calaste hondo y ahora me dueles,
si todo lo que nace perece del mismo modo,
un momento se va y no vuelve a pasar.
Y decían que bonito era vernos pasear,
queriéndonos infinito, pensaban:
Siempre será igual.
Cómo lo permitimos,
qué es lo que hicimos tan mal,
fue este orgullo desgraciado
que no supimos tragar.
Y engáñame un poco al menos,
di que me quieres aún más,
que durante todo este tiempo
lo has pasado fatal.
Que ninguno de esos idiotas
te supieron hacer reír,
y que el único que te importa
es este pobre infeliz.
Me calaste hondo y ahora me dueles,
si todo lo que nace perece del mismo modo,
un momento se va y no vuelve a pasar.
Y el día que yo me muera,
y moriré mucho antes que tú,
sólo quiero que una pena se llore
frente a mi ataúd:
Que esta herida en mi alma
no llegó a cicatrizar,
y estará desesperada
hasta que te vea llegar.
Me calaste hondo y ahora me dueles,
si todo lo que nace perece del mismo modo,
un momento se va y no vuelva a pasar.
Un momento se va y no vuelve a pasar.
Un momento se va...