Me alegra tanto oir tu voz aunque dormido
por fin viajabas como en tus sueños
buscando un sitio para volver.
Y sin poder olvidar lo que dejas,
lo que has aprendido
van a cambiar las caras, los sueños,
los días y yo lentamente te pierdo.
Como un regalo que al ensuciarse tiró quien limpiaba
como un vaso después de beber el trago más dulce
con un adiós, con un te quiero
y con mis labios en tus dedos
para no pronunciar las palabras que dan tanto miedo.
Te vas y te pierdo.
Me alegra tanto escuchar tus promesas
mientras te alejas
saber que piensas volver algún día
cuando los sapos bailen flamenco
Y yo te espero ya ves,
aunque no entiendo bien que los sapos
puedan dejar de saltar y bailar
lejos de su charco
Porque mis ojos brillan con tu cara
y ahora que no te veo se apagan
porque prefiero que estés a mi lado
aunque no tengas nada.
Te vas y te pierdo.
Como un regalo que al ensuciarse tiró quien limpiaba
como un vaso después de beber el trago más dulce
con un adiós, con un te quiero
y con mis labios en tus dedos
para no pronunciar las palabras que dan tanto miedo.
Te vas y te pierdo.