Canto a tu ojos verdes de mirar dormido,
que guardas en tu cielo morena,
morena, morena, cuando tu caminas.
Armonía de celos tiene tu cintura
por eso yo te canto morena,
morena, morena, la esperanza mía.
Te conocí muy cerca de la frontera ,
bajo la luna de Tartagal;
y desde entonces mi dulce dueña;
eres la reina de mi orfandad.
Fruto maduro, sabroso mango,
de mi Argentina, sol tropical.