[Letra de "Mis Pilares de la Tierra"]
[Verso 1: El Santo]
A mí no me hace falta un título
Lo que aprendí es lo que me llevo
Cierro un capítulo para empezar de nuevo
Yo ya partí de cero varias veces en la vida
Y no siempre fue sencilla la forma de hallar la salida
Mírala, está tan arriba que hasta mirarla me da vértigo
Y aunque el miedo es necesario, superarlo es un mérito
No vivo en pretérito, el pasado fue ayer
Mañana es sólo alguna herida que no cicatrizó bien
Ya... asumí mi papel
Cuando cayeron mis pilares de la Tierra
Bailando como baila un pañuelo de seda al caer
Y empecé a creer ya con mis veintitantas primaveras
Sé que lo mejor está por ver
Por escuchar, saborear, tocar o incluso oler
Aunque a veces huela a mierda
Que la esperanza no se pierda
Y con la ilusión de un niño en el río rebotando piedras
Mis mil leguas, de viaje con mil pegas
Hoy sé que nada se consigue si nunca te entregas
Yo a mi manera sé flotar, bailando al caminar
Como el susurro de una cala en caracolas de mar
[Verso 2: El Titó]
Decidí echarme de menos para quererme más
Tengo derecho a guardar silencio y todo lo demás en mi contra
Si no hay justicia no habrá paz, eso nunca
El pastor será cruel mientras las ovejas sean estúpidas
Si te agobia de lo que hablo, ya te vendrá
No es por gusto, es por necesidad
Cuando intentan robar tu pan
Cuando el dinero falta, el amor saltará desde la ventana
Puro balconing, Costa Brava
No es el niño el que fracasa, es el sistema
A la vista está el futuro derramándose entre las grietas de la inopia
La fobia de los padres es una noria que no cesa
¿Qué dedo me corto que no me duela?
¡Porca miseria!
Quizás mi música no cambie el mundo, pero hace pensar
Con eso ya me doy con un canto
Me conformo con gustar mucho a unos pocos
No vivo del pasado, aunque conservo su mejor rostro
Con el paso de los años olvidamos
Con la anestesia de la rutina
Si tuviera tiempo, no moriría en vida
En este desierto donde una sola gota podría paliar la sequía
¿Pero qué culpa tiene la lluvia si es mía? ¡Oh!
¿Pero qué culpa tiene la lluvia si es mía? ¡Oh!
¿Pero qué culpa tiene la lluvia si es mía?1