Me Crecen los Cuernos
Me crecen los cuernos,
me tiro del pelo,
me tapo los ojos porque no quiero verlo.
Callo y me hago el tonto
cuando llegas a casa y te doy un beso,
y el olor de otro cuerpo impregnado en tu cuello.
Yo no te digo nada porque no quiero saberlo,
mejor que sea por la espalda,
a que me apuñales el pecho.
No es que me duela menos,
pero al menos me quedo con aquellos momentos
en los que finges quererme,
y yo hasta aveces te creo, pero luego recuerdo...
Que están gastadas nuestras ganas
por el tiempo, por el tiempo.
Que están gastadas nuestras ganas
de querernos, de querernos.
Tu me cuentas tus cuentos,
yo no me los creo.
Tus palabras son cera,
que se derriten con el fuego,
el fuego de tus mentiras
que destrozan mi vida
y encierran mi ego.
No es que me duela menos,
pero al menos me quedo con aquellos momentos
en los que finges quererme,
y yo hasta aveces te creo, pero luego recuerdo...
Que están gastadas nuestras ganas
por el tiempo, por el tiempo.
Que están gastadas nuestras ganas
de querernos, de querernos.
Que están gastadas nuestras ganas
por el tiempo, por el tiempo.
Que están gastadas nuestras ganas
de querernos, de querernos.