Tu nombre,
veneno que me alucina,
me cura, porque me hiere
tu ausencia como una espina.
Tu nombre
resuena en los bulevares
y cuelga de los balcones
atravesado en la calle.
Tu nombre
en cines y escaparates,
tu nombre que me persigue:
tu nombre es mi disparate.
Tu nombre
mantiene viva la lumbre
que me acelera la sangre
para que no me derrumbe.
Tu nombre,
palabra contra el olvido,
testigo que me defiende
de mi peor enemigo.
Tu nombre
me salva de lo innombrable
y me abre el dulce camino
de tu boca incomparable.
Tu nombre
contra el edén de mentira,
contra los ángeles grises,
contra la tierra prohibida.
Tu nombre
para llenar esta casa
y contemplar tu misterio
mientras la vida nos pasa.
Tu nombre
que ponga llena la luna
y, si amanece, se lleve
tus dudas una por una.
Me salva de lo innombrable
y me abre el dulce camino
de tu boca incomparable.
Tu nombre
en cines y escaparates,
tu nombre que me persigue:
tu nombre es mi disparate.