Una nostalgia donde se condensa el rocío,
un paso en falso hacia un remolino en el río.
Cualquier contrasentido hoy cobra sentido y se vuelve dilema para este corazón anhelante
que hoy piensa solo en la mitad faltante.
Una insistente desazón que no entiende razones,
un cancionista que no entiende sus propias canciones.
La mínima brisa como si fuera un ciclón desquicia la veleta de este corazon sin paciencia
mira el cristal del freno de emergencia.
(Gracias a Renato Mendoza por esta letra)