Bajaste del norte
sin mas que cuatro hijos
y aquel cielo de tus ojos
y una mujer que te aprendió a seguir
Buscabas el peso
sin darte por vencido
mas al final de cada día
las manos vacías
volvías a encontrar
Por eso te entiendo
cuando en un vaso te vas
quien sabe adonde
buscando eso que llaman paz
Y aunque sabes que te dicen
viejo borracho sos tan bueno
que ni siquiera al diablo los mandas
los mandas.