Vienen a visitarte de tanto en tanto
Ellos solos se anuncian
en un sueño liviano,
juntan las manos
Son los viejos amores que te recorren,
laberinto de flores
aunque no los nombres
Tienen forma de aire y dos aromas
de siempre conocidos
Nadie puede cambiar
la música de sus palabras
Son los viejos amores que se aparecen
sin querer, de repente,
aunque no los nombres
Esos que te rescatan de algún abismo,
los que dan la sonrisa,
llaman esta mañana domingo por la ventana
Son los viejos amores que están adentro,
siempre latiendo,
aunque no los nombres