Amiga mía...
no cometamos el error de enamorarnos
no destruyamos la ocasión de consolarnos
tu de tus penas, yo de las mías....
Amiga mía...
Yo lo que quiero es que tu seas mi confidente,
que tengas calma y que me dejes que te cuente
porque es que lloro todos los días.
Yo la quería con una entrega tan total como un demente
confiaba en ella y me dejó cobardemente
sin importarle todo aquello que destruía...
En aquel día en que se fue no hubo ni cuentos ni regaños.
Me hizo pagar muy caro el precio de mis años.
Me sorprendió porque tan cruel no la creía.
Amiga mía...
Yo se que a ti te iba aparecer inexplicable
pues te diré que perdoné lo imperdonable.
Creía morir si la perdía...
Amiga mía...
Yo se que todo ha sido culpa mía,
por aferrarme a aquel amor que no existía
desde el principio yo lo sabía...
Amiga mía...
Yo fui tan necio que inclusive pretendía
aprisionar con una mano su relámpago
para saciar mis hambres de todos los días.
Amiga mía...
Si te la encuentra por allí uno de estos días
dile que cuento solo con tu compañía.
Que no hay más nadie Amiga mía...
Amiga mía...