Me has condenado a la eternidad de tu ausencia,
cuando aún persigue mi voluntad a tu espalda,
ya no hay huellas que nos lleven hacia atrás, a esa playa
donde enterramos el corazón en la arena…
Lejos están los artífices que evitaban
el confundir nuestro pacto con cadenas,
ya no hay nada que nos salve de morir olvidados,
mientras se pudre en mi soledad esta pena…
Amor ya no estas y aun me queda la espina
En el recuerdo seguirá el altar oxidado,
junto a la noche que contamos las estrellas,
soy culpable de brindar una razón y unas alas
mientras ardía mi alma en la hoguera…
Amor ya no estas y aun me queda la espina
Amor ya no estas y aún me quema.