Pero yo tengo fe en que la vida será más larga
que hasta donde podamos hacer la historia;
que se acaben las palabras, las consignas,
las miserias y la fobia.*
No sabemos a dónde vamos,
ni la Visa que necesitamos;
todo está muy controlado,
hay botones por todos lados.
Y estamos prendidos de la palabra,
del sueño, de la condición.**
¿Somos felices?
Casi nunca,
y sigue el hambre en el corazón.
Inventamos tantas cosas para hacernos desiguales,
para pisarnos las caras, para que todo se acabe.
Vendrá mi hijo a preguntarme,***
yo moriré sin entender.
Buscamos mirando hacia arriba
y sólo sigue habiendo estrellas.
Y estamos prendidos de la palabra,
del sueño, de la condición.**
¿Somos felices?
Casi nunca,
y sigue el hambre en el corazón.
¡Que atrape el coyote al corre-caminos!
Pinocho es posible que escape del Sida.
Ni Batman, ni Marx, ni la Virgen María
podrían llenar tus vacíos, mi vida.
No, no, no, no...****
Y estamos prendidos de la palabra,
del sueño, de la condición.
¿Somos felices?
Casi nunca,
y sigue el hambre en el corazón.
Pero yo tengo fe en que la vida será más larga,
que hasta donde sepamos hacer la historia.*****