Borré del calendario
lo que viví contigo,
juegos secretos de anteayer.
Es huérfano el armario
sin tu ropa de abrigo,
se ajó la flor que no regué.
Nos dimos cuenta del error
del ciego que mira el reloj
sin saber que ya paró.
Fuimos un volcán
pero, nena, esto se ha acabado,
fuimos un volcán
hasta hoy.
Fuimos un volcán
pero, nena, el fuego se ha apagado,
fuimos un volcán
y ya me voy.
Hoy nada es como entonces,
habito en agujeros
que he cavado en soledad.
Mis ojos dando voces
ya no escuchan “te quieros”,
tan sólo claman libertad.
Perdí el miedo a fracasar
en juegos que antes de jugar
tienen escrito su final.
Fuimos un volcán…