Los hijos de los Pérez
En 1911, les voy a explicar muy bien.
El tiempo no borra el odio,
hoy la historia se repite.
Los Pérez y los Orozco,
siempre buscaron desquite.
Mariano era un hombre serio,
caminó condescendiente.
Jesús, hombre de a caballo
con la sangre muy caliente.
Pasaron más de ochenta años,
vuelven a lanzar el reto.
Los Pérez de Nochistlán
y los Orozco, del cerro.
Emilio y su caballada,
arreaban ganado ajeno.
Dejaban las polvaredas,
muy cerquita del infierno.
Guachitina, Nochistlán,
cañadas y cerro viejo.
Dos veces fueron testigos
de las carreras del cerro.
Un jueves, 20 de abril.
Por desgracia el mismo día,
por las rencillas amargas
se acabaron dos familias.
Adiós Isidro y Mariano,
Jesús y Gabino Pérez.
Por las malditas carreras,
solo quedan las mujeres.
Vuela, vuela palomita,
ve a cumplir con tus deberes.
Aquí termina el corrido
de los hijos de los Pérez.