Lejos los tiempos de la razón
mi alma es condenada
desde mi celda puedo oler
el miedo y la rabia.
Alzo los ojos, veo a la multitud
esperan al condenado
caminando hacia el abismo
al que ha sido desterrado.
La voz del tribunal
ante todos impondrá
el pecado arderá... suplicarás piedad.
La senda del perdón.
Desde mi pira alcanzo a ver
lo que queda por andar
una travesía por el Valle de la Muerte
hacia la eternidad.
La voz del tribunal
ante todos impondrá
el pecado arderá... suplicarás piedad.