Creíste que me hacías mucha falta
y que al volver conmigo te daría mi alma,
pensaste que te recibiría
con los brazos abiertos llorando de alegría.
Cuando aprenderás que tu vanidad
es la que te da esta soledad,
me haces tanto mal que hoy estas aquí
sin saber que yo sin ti soy feliz,
esa vanidad fue la que mato
en mi corazón todo aquel amor,
esa vanidad no te deja ver
que no te extrañe porque te olvide.
Sueñas que eres indispensable
que mi vida se acaba si no vuelvo a mirarte,
pensaste que te recibiría
con los brazos abiertos llorando de alegría.