La perdición de los dioses
De mujeres y hombres
De niños, señores
Tiene mil y un nombres
Ser inmortal, inmoral
No existe ciudad
Capaz de frenar
Su ansia voraz
No existen leyes
Que rijan su canción
No existe humano
Que resista a su control
Impredecible, avaricioso
Horrendo y hermoso
A veces furioso
Casi siempre doloroso
Hay quien conoce sus sabores, sus encantos, sus olores
Y hay quien rompe a la familia por un rato en sus calores
Por un par de favores
De los cuchillos
Es sota, caballo y rey
También de vastos
Y copas es la ley
Es un niño malcriado
Es el hijo predilecto
Caprichoso e insurrecto
El niño ciego y alado
Ciego y alado
Ciego y alado
Flechazo al viento
Flechas siempre en movimiento
Surcan valles y montañas
Pa alcanzar un pecho abierto
¡Flechazo al viento!
¡Pecho abierto!
Y aunque sea pecho cerrado
Con llave y candado
Su hoja despoja
De todo sellado
¡De todo sellado!
¡Ciego y alado!
En el amor
Y en la guerra
No hay normas
No hay reglas
Todo vale
Todo cuenta
Lo que se abre
No se cierra
No existen los valores
Ni los códigos de honores
Solo la pasión
Y el fuerte palpitar de corazones
Es un niño malcriado
Es el hijo predilecto
Caprichoso e insurrecto
El niño ciego y alado
Ciego y alado
Ciego y alado
Ciego y alado
Ciego y alado
Ciego y alado
Ciego y alado
Ciego y alado
Ciego y alado