Una luz negra y silencio.
Una música a lo lejos.
Una mirada, un beso
que por siglos se quedó.
Un romance que comienza.
Un te quiero, una sonrisa.
Dos amante van deprisa
trás la calma del amor.
Hasta aquí yo llego,
y es que me muero.
La agonía es algo viejo.
Tú, no hay quien pueda besarme como tú.
Nadie puede entenderme como tú.
No encuentro quien me ame igual que tú.
Como tú, nadie sabe cuidarme como tú.
No hay quién pueda dar tanto como tú.
Ya no hay un amor igual que tú.
Una mañana tibia.
Unas sábanas arrugadas.
Un rayo de sol refleja
tu perfil en la almohada.
Los primeros buenos días.
Un café, unas tostadas.
Un beso que no se olvida
y un amor que no se acaba.
Hasta aquí yo llego,
y es que me muero.
La agonía es algo viejo.
Tú, no hay quien pueda besarme como tú.
Nadie puede entenderme como tú.
No encuentro quien me ame igual que tú.
Como tú, nadie sabe cuidarme como tú.
No hay quién pueda dar tanto como tú.
Es que no hay un amor igual que tú.
Como tú, no hay nadie como tú.
No hay quien pueda amarme tanto como tú.
Se termino mi agonía, hoy mi romance comienza.
Como tú, no hay nadie como tú.
Hoy quiero que sepas que entre sábanas mojadas,
tu perfil en mi almohada, sin prisas llegó este amor.
Como tú, no hay nadie como tú.
En mi vida ya no hay soledad, no existe amargura,
y es que al fin llegaste tú.
Como tú, no hay nadie como tú.
Y es que sabes entenderme, no hay quien pueda comprenderme
como tú, igual que tú.
Cómo tú, no hay quien pueda besarme como tú.
Nadie puede entenderme como tú.
No encuentro quien me ame igual que tú.
Como tú, nadie sabe cuidarme como tú.
No hay quién pueda dar tanto como tú.
Es que no hay un amor igual que tú.