Sus ojos ardían en la luz
Era la suerte viva.
Monos y cebras rodeándome
Era un buen lugar para buscar la fe.
La locura de amarrar el momento
Sin pensar que hasta los mejores sueños
Se van, se van, se van...
Seriamos reyes por un rato
Con los pies descalzos.
Quién lleno la copa
Y luego la vació.
Toda la tristeza que ella dejó
Una dulce caída en espiral
Un otoño y la buena suerte
Que se van, se van se van
Sus ojos ardían en la luz
Todo en ella ardía.
Besos sin dueño otra vez
A la luz de la luna perdiéndose.
Mira mi pecho, mira mis pies
Ahora lo que queda es correr.
Corriendo a ciegas hasta tocar
Lo que siempre se va, se va, se va...
Subiendo siempre escaleras rotas
Subiendo para no bajar.
Cuando la lluvia ya no la moje
Se va a escapar.
Ahora sé que su voz me trajo aquí,
Los cuervos vuelan sobre mí.
Su almohada blanca
Su pelo negro
Hicieron todo lo demás
Mientras el sol afuera se va, se va, se va...