Mi vida ha sido una cadena de tormentos
desde que te fuiste de mi lado negra mía
sólo amarguras, pesares y sufrimientos
en mi han quedado recordando tu partida.
Ya no sé cantar, ya no sé reir, ya no sé que siento,
creo que para siempre se fueron mis alegrías(Bis).
Porque no vienes negra, y curas mis pesares,
si tú alivias mis penas, volverán mis cantares(Bis).
Cuando eras mía, cuando tú estabas presente,
nos adorábamos sin poner condiciones,
sin importarnos el murmullo de la gente
gozábamos con plenitud nuestros amores.
Tú eras para mi la felicidad, mi alegría de siempre,
y a ti te brindaba todo un mundo de ilusiones(Bis).
Pero te fuistes negra echándome al olvido
hoy sufro esa condena, porque no estás cinmigo(Bis).