En un café, se vieron por casualidad
cansados en el alma de tanto andar,
ella tenía un clavel en la mano.
Él se acercó, le preguntó si andaba bien,
llegaba a la ventana en puntas de pie,
y la llevó a caminar por Corrientes.
Miren todos, ellos solos
pueden más que el amor y son más fuertes que el Olimpo
Se escondieron en el centro y en el baño de un bar,
sellaron todo con un beso.
Durante un mes vendieron rosas en La Paz,
presiento que no importaba nada más
y entre los dos juntaban algo.
No sé por qué, pero jamás los volví a ver.
Él carga con 11 y ella con 6,
y, si reía, le daba la luna.
Miren todos, ellos solos
pueden más que el amor y son más fuertes que el Olimpo
Se escondieron en el centro y en el baño de un bar,
sellaron todo con un beso.