Hace tiempo que nos fuimos buscando un paraíso
Nuestro barco había partido sin saber rumbo preciso
Tras pasar dos tempestades desviamos el camino
Y cuando avistamos tierra supimos que era el destino
Habitantes esperando a la orilla de la isla
Parecían los verdugos de una historia asesina
Pero cuando aparecimos nos dieron la bienvenida
Sin preguntas nos brindaron la mejor de sus bebidasla hermandad de la costa
Lealtad entre mujeres
Que brindaban todas juntas
Por crear sus nuevas leyes
Paraíso de corsarios
Que respeta al diferente
La ley dicta ojo por ojo
Nosotras diente por diente
Allí pudimos comprobar que los barcos son de todos
Que todos los alimentos se comparten con los otros
La voz popular chillaba contra cualquier injusticia
En la isla de la tortuga los libres corrían deprisa
Mientras pasaban los años nos hacíamos más viejas
Y en el consejo de ancianas adiéstrabamos guerreras
Nuestra isla nunca muere las tortugas son longevas
Y sigue pasando el tiempo entre brindis y leyendas