Salgo a la calle que me da la espalda
ebria de palabras.
Y como todo, todo el aire,
todo el aire me daba en la cara.
Sos porteño te narcotiza el smog.
Viajas en un tacho de un señor,
con cara de cuervo y cabezón,
con el ruido mecánico de una
demolición.
Camino por una ciudad
llena de aventuras hechiceras.
Apacentadora de almas extraviadas,
y mucho rock ‘n roll
Bajo las luces de una plaza
se abren caminos que
se cierran al amanecer
por una multitud desprolija
por un café barato
comprado en un almacén.
Salgo a la calle que me da la espalda
ebria de palabras.
Y como todo, todo el aire,
todo el aire me daba en la cara.
Sos porteño te narcotiza el smog.
Viajas en un tacho de un señor,
con cara de cuervo y cabezón,
con el ruido mecánico de una
demolición.