Sobre tu nombre
Cuándo golpearon las puertas dejando ir
el crujido lento que dormía en tu boca.
Un cruz vencida, olvidada en tu voz:
astillas partidas que se hicieron solo en tu nombre.
Polvo perdido
vuelves a hablar
para rendirme
sobre tu nombre.
De la lágrima quieta se levantó
tu figura calentado las heridas.
Deja entrar sin medida o principio
todo lo que venga con la noche y con el día.
Polvo perdido
vuelves a hablar
para rendirme
sobre tu nombre.
Dónde podré retirar de tanta luz
el desierto que habita la violencia.
Deja que me quede un rato más aún
cruzado de piernas y de brazos cuando te nombren.
Polvo perdido