Una pelicana
Con su ala partida se echó a volar
Y se perdió en la tempestad
Y fue hacia la tierra donde habita el androide
La cleptomanía
De todos sus días se despegó
Pronto tuvieron la razón
Y procrearon varias aves androides
Y en este espacio tan atróz
Se busca intensamente toda la vida
Y ya no esmeraldas
Y es que al beber de una piel
Comprendió que era androide
Miles de tormentas arrasaron las comarcas
Nos quedamos viendo en la ventana aquel amor que fue tan fuerte
Ave de Indochina
Perdida en la niebla de alta mar
Nunca te alejes de tu amor
Aunque lo ignores, él solo es un androide