No creo en los hombres
Y no me importa dónde han estado
Nomás no aprenden a meter la cola y seguir andando
No creo en los hombres
No me interesan sus fantasías
De esas bocas sólo salen cuentos y mentiras
Desafortunadamente
Son como la arena en el desierto
Ay, pero por otro lado
El negocio siempre es bueno
No creo en los hombres
Y no hace falta saber cuánto miden
Todos los perros sufren delirio de grandeza
No creo en los hombres
Ni en el poder que están persiguiendo
Vienen con bolsas llenas de miedo y se van sonriendo
La testosterona
Es una toxina peligrosa
Pero qué le va uno a hacer
A fin de cuentas es clientela