Apoyá en el quicio de la mansebía,
miraba encenderse la noche de mayo
pasaban los hombres y yo sonreía,
hasta que en mi puerta paraste el caballo.
¡Serrana! ¿me das candela?
y yo te dije: Gaché
ven y tómala en mis labios
y yo fuego te daré
Dejaste el caballo y lumbre te di
y fueron dos verdes luceros de mayo
tus ojos pa mí.
Ojos verdes,
Verdes como l'arbahaca,
verdes como er trigo verde,
y el verde, verde limón.
Ojos verde, verdes
con brillo de facas
que s'han clavaíto en mi corazón
Pa mi ya no hay soles, luseros ni luna,
no hay más que unos ojos que mi vía son.
Ojos verdes,
verdes como l'arbahaca,
verdes como er trigo verde,
y el verde, verde limón.
Vimos desde el cuarto despertar er día,
y SONAR el alba la torre la vela
dejaste mi brazo cuando amanecía,
y en mi boca un gusto de menta y canela.
¡Serrana! para un vestío
yo te quiero regalá
y yo te dije: ¡estas cumplío!
No me tienes que dar ná.
Subiste al caballo, te fuiste de mi
y nunca otra noche más bella de mayo
he güerto a viví.
Ojos verdes,
verdes como l'arbahaca,
verdes como er trigo verde,
y el verde, verde limón.
Ojos verde verdes, con brillo de facas
que s'han clavaíto en mi corazón
Pa mi ya no hay soles, luseros ni luna,
no hay más que unos ojos que mi vía son.
Ojos verdes,
verdes como l'arbahaca,
verdes como er trigo verde,
y el verde, verde limón.