A pesar de que la luna no brille mañana,
me dará igual, sólo verte reír
es lo que me hace feliz, mi alma.
Y es verdad que una mirada distinta
o algún gesto más frío se clava
en mi pecho, daga del desconcierto, pero, amor,
ahí está la magia.
Ahora que te veo, niña, ya te echo de menos,
no imagino mis heridas si algún día te vas lejos,
querría, por esto,
Que si preguntan por mí, no les digas donde fui,
que tu alma sea fuerte y, cuando mires hacia el frente,
no recuerdes todo lo que no te di.
Y es que quedan tantas cosas por contarte y que me cuentes
tantos ratos y pasiones por vivir a tu lado, oh, mi vida, a tu lado.
Y ojalá, que nuestros ojos sí brillen mañana,
que tu voz siga pidiéndome a gritos amor;
a gritos de esperanza.
Ahora que te tengo no pienso perder el tiempo,
ni perderme por mi absurdo ego ni un solo momento;
se esfuma el miedo.
Y si preguntan por mí, no les digas dónde fui,
que tu alma sea fuerte y cuando mires hacia el frente
no recuerdes todo lo que no te di.
Que tu luz brille por siempre porque tú te lo mereces
y perdona si algún día pretendí
que no fueras, oh, tú misma.
Y si preguntan por ti sólo diré que te vi,
en mis sueños una noche
y sólo sueño desde entonces,
para verme cada día junto a ti.
Y es que quedan tantas cosas por contarte y que me cuentes
tantos ratos y pasiones por vivir, a tu lado, oh, mi vida,
A tu lado.