En tu voz diamantes
por sentidos crecen
de aire y mar que escapan
por esos rincones
de universos gratos
todas las mañanas
Cada vez que vuelves
la región que habita
todo el alma florece
en nuevas pupilas
que contemplan
cielos
hacia donde crecen
Crecen al riego del paso liviano
que dejas tú
sólo tú
siempre tú