Donde brilla el tibio sol
con un nuevo fulgor,
dorando las arenas.
Donde el aire es limpio aún,
bajo la suave luz
de las estrellas.
Donde el fuego se hace amor,
el Río Sablado y el Monte Selva.
Hoy encontré un lugar
para los dos
en esa nueva tierra.
América!..., es América!
Todo un inmenso jardín,
eso es América!
Cuando Dios hizo el Edén
pensó en América.
Cada nuevo atardecer
el cielo empieza a arder
y escucha el viento.
Que me trae con su canción
una queja de amor
como un lamento.
El perfume de una flor,
el ritmo de un tambor
en las caderas.
Danzas de guerra y paz
de un pueblo que aún
los rotó sus cadenas.
América!..., es América!
Todo un inmenso jardín,
eso es América!
Cuando Dios hizo el Edén
pensó en América.
América!..., es América!
Todo un inmenso jardín
eso es América!
Cuando Dios hizo el Edén
pensó en América.
América!..., es América!
Todo un inmenso jardín,
eso es América!