Y oigo la misma respuesta, que he escuchado tantas veces,
que tu eres la dueña del monte, y yo tan sólo soy un pastor,
que mis ovejas son tuyas, que mi casa es tu cabaña,
que tu eres de sangre muy noble, que ni sangre tengo yo
Cojo una cuerda y de un arbol, busco la forma de ahorcarme,
que este no es modo de vida, tanta humillación.
Resbalo y la rama se rompe y tu te ríes desde lejos,
maldigo mi sombra, mi suerte y mi poco valor
Apuro una sidra en la misma cantina de todos los días que lloro por tí.
Le cuento a un gaitero mi lúgubre historia y espero un consejo que me haga feliz
Y oigo la misma respuesta, que he escuchado tantas veces,
que tu eres la dueña del monte, y yo tan sólo soy un pastor,
que mis ovejas son tuyas, que mi casa es tu cabaña,
que tu eres de sangre muy noble, que ni sangre tengo yo
Conozco en el baile a una moza, que me mira y se sonríe,
me gusta, le gusto y pasamos la noche muy juntos los dos.
Y ahora me buscas y quieres que renuncie a mi amada,
que ya no te importa mi clase, ni mi condición.
Y oyes la misma respuesta, que he escuchado tantas veces,
que tu eres la dueña del monte, y yo tan sólo soy un pastor,
que mis ovejas son tuyas, que mi casa es tu cabaña,
que tu eres de sangre muy noble, que ni sangre tengo yo