Estás por ocupar un nuevo lugar en el mundo
una nueva puerta se te abre
la usina de tu amor inagotable
rinde frutos otra vez
hermano mío, que Dios me dio.
Esperaste tu turno sin cegarte por el brillo
soportaste heridas en el alma
y el alba de una noche despiadada
se convertirá en placer
hermano mío, que Dios me dio.
Porque de ahora en más
podrás elegir lo que quieras
y nadie te lo negará
porque habrá alguien más
que será tu más grande prueba
de que el amor te hizo ganar.
Planeamos la vida solos en el ardor del alcohol
pasando de la suerte a la desgracia
viví tu voluntad inquebrantable
ante aquella duda cruel
hermano mío, que Dios te dio.
Ahora todo aquello puede quedar más lejos
se unirán las puntas de tu lazo
y el rayo más potente de la vida
va a iluminarte por primera vez
hermano mío, que Dios me dio.
Porque de ahora en más
podrás elegir lo que quieras
y nadie te lo negará
porque habrá alguien más
que será tu más grande prueba
de que el amor te hizo ganar.