Barrio viejo en que nací
cuando llegaba el ochenta,
cuando llegaba el ochenta,
milonga heroica y sangrienta
que de la cuna aprendí.
Todavía se encuentra allí
el farol que iluminaba,
el patio donde cantaba
como en los tiempos de Rosas,
cielitos y refalosas,
el pardo Gaudencio Navas.
Corralón de Pancho Flores
donde entre copas de vino,
donde entre copas de vino,
me enseñó a cantar Gabino,
payador de payadores.
Barriada de mis amores,
callejones de las quintas,
donde adornadas con cintas
y sobre el pecho una flor,
me daban pruebas de amor
Teresa, Rosa y Jacinta.
Las antiguas pulperías
del Indio y de La Bandera,
del Indio y de La Bandera,
cuántas famosas cuadreras
vi correr aquellos días.
Cuántas viejas y sombrías
historias de mazorqueros,
escucharon los aleros
en labios de algún cantor,
cantando con el fervor
de los antiguos troveros.