Tu voz me sigue sin cesar
Se clava como espina
Me hiere, me lastima
Me mata sin matar
Tu voz siempre tu voz
Cuál pálido fantoche
Me sigue por las noches
Y ya no puedo más
Tu voz que ayer fuera cristal
Es un remordimiento
Que mata sin matar
Dejé en la flor de tus labios
Un vendaval
De zarzas y de ortigas
Te di un rosario de agravios
Y te cubrí de mentiras
Piedad, piedad
Por tanto, daño
Grito tu voz desesperada
Hoy esa voz en mí clavada
Es una ronda infernal
Recién después que te perdí
Al verme tan vencido
Tan triste, tan vacío
De pronto comprendí
Que fuistes todo amor
Lo que jamás se olvida
Que estabas en mi vida
Eterna como el Sol
tal vez me puedas perdonar
Y borres está angustia
Que mata sin matar