He regresado a despedirme
De tu recuerdo tantas veces,
Que de tanto volver nunca me he ido,
De esta celda intangible, consistente.
He pretendido sin lograrlo,
Mudar la piel de mi memoria.
Y solo conseguí que se desprenda
Todo lo que aún no fui, mi contrasombra.
Castiga aquel verano apenas nuestro,
A este incipiente otoño apenas mío.
Estás en los recuerdos que aún no tengo,
En los recodos de mi laberinto.
Tengo de mil palabras el vacío,
De otras tantas meloldías una gran pausa.
Las palabras migraron sin destino,
Las melodías hibernan en mi almohada.
Aunque mi boca esté de espaldas,
No es silencio lo mío, no es silencio.
Yo sigo hablándote, aunque de puntillas,
Desde la cima frágil de mi texto.
Voy a ponerme un traje sin pasado,
Sin futuro, sin tiempo ni contratiempos.
Luego echaré a rodar los dados,
A ver si actualizamos un encuentro.