Ay, lo que va murmurando,
muchacho tu enamorada!
Que se te escapa la vida
tirado sin hacer nada.
Que fuiste un día a pescar,
y se te olvidó la caña,
¡Cómo te van a picar!
Sin caña fuiste a pescar
y te quedaste colgado
mirando el agua pasar.
Responde malhumorado:
Será porque siempre he estado yo
del lado del pescado que
nunca había pensado que el pescado
fuera a estar del otro lado.
Y le hace un guiño a su novia
que se pone colorada mientras
sigue golpeando la colada