Quiero las cosas pequeñas,
sencillas y ciertas,
que dejan huella al pasar;
voy por la vida de frente
mirando a la gente,
nada pretendo ocultar.
Soy de un lugar
donde el viento se calma al llegar,
donde nadie es mejor ni peor,
sino igual,
no importa su ideal.
No tengo edad,
ni presumo de ser liberal,
ni me gusta que hable
quien no puede hablar,
ni que me juzgue el azar.
Entre bohemia y burguesa,
mi sangre se queja;
nadie la quiere escuchar,
y aunque se diga otra cosa
es roja y no rosa,
que es su color natural...
Soy de un lugar
donde el viento se calma al llegar,
donde nadie es mejor ni peor,
sino igual,
no importa su ideal.
No tengo edad,
ni presumo de ser liberal,
ni me gusta que hable
quien no puede hablar,
ni que me juzgue el azar.
Voy más allá
de la mano de mi soledad,
compañero del viento
que me ha de llevar,
busco una tierra y un mar.
De un lugar
donde el viento se calme al llegar,
donde no haya mejor ni peor, sino igual,
no importa su ideal.