La noche me volvió a ganar
mil preguntas sin contestar y ese miedo a no poder parar
siempre recurro al mismo truco absurdo
del que no quiere aceptar
sin tener que resignar
Desconado vuelvo,
siempre en el mismo asiento de ese bondi
abrazado al sol
tratando de ganarle al sueño
que golpea y me noquea
sin darme chance a otro sabor
Otra vuelta que termina
un poco roto y con lo que queda
de mi alma resquebrajada mal
aturdido por ese gran bostezo
que te tira la ciudad
cuando tiende a despertar
Y de nuevo escucho
los aplausos del chofer
como invitándome a bajar de ahí
sintiendo un peso extra en mi cuerpo
que me nubla y me castiga
quemándome como un carbón
Desconado vuelvo,
siempre en el mismo asiento de ese bondi
abrazado al sol
tratando de ganarle al sueño
que golpea y me noquea
sin darme chance a otro sabor