El embudo (Homenaje a la Patagonia, con L. Gieco)
Venga mi hijo hoy le he de hablar
de un tema tan cotidiano
que ni usted ni sus hermanos
se han detenido a pensar
y es por costumbre nomas
por haber nacido aqui
por venir de una raiz
marginada de hace tiempo
y comtemplando en silencio
lo que pasa.....en el pais
tal vez nunca medito
que usted con esas dos manos
asiste a pagos lejanos
dandole luz y calor
que tambien mueve el motor
que anda en cielo y anda el mar
autopistas de ciudad y las comunicaciones
sin saber porque razones
nadie viene y todo va
fijese en el caño aquel
es el famoso oleoducto
porque donde se van los frutos
como quien dice a granel
le costara comprender
porque ese petroleo nuestro
lo industrializan tan lejos
y el subproducto despues
vuelve a su tierra otra vez
sabe dios porque manejos
nuestro gas es entubado
en caños de alta presion
que llevan calefaccion
para entibiar otros pagos
no se me quede asombrado
si le digo que en el gas
van muchas cositas mas
con variadas propiedades
que enriquezen otros lares
y empobrecen los de aca
y los parques nacionales
parecieran extranjeros
porque ahi somos forasteros
los nativos y locales
y en sus bosques colosales
sucede que en ocasiones
se convierten en tizones
los leños que nadie saca
y andan con bosta de vaca
en los ranchos los po-pobres
y aquellas torres en fila
sujetando el cablerio
se llevan de nuestros rios
lo mejor de la energia
no es una ocurrencia mia
ni los quiero avergonzar
pero pongasen a pensar
que pasaria si nos dieran
por todo lo que se llevan
lo distinto y nada mas
seguimos siendo colonia
de la gallina de arriba
federalismo o mentira
desde que tengo memoria
haya se inventa la historia
aqui se escribe con sangre
mas vienen de tarde en tarde
y en visperas de elecciones
a prometer soluciones
que ya no engrupen a nadie
no hablemos de agua pesada
regalias minerales
nada viene todo sale
estrujando la ordeñada
la cuestion esta estudiada
para dejarnos de luto
usando cualquier conducto
se llevan hasta la tierra
si nuestro sudor sirviera
ya habria algun sudoructo.