Un día 10 de septiembre, de un domingo que paso
En el puerto Matamoros, un velador lo mato
Dimas salió de Reynosa, en su carro preparado
A visitar a su amante, así lo tenía pensado
Dimas y dos compañeros, en un cabaret tomaban
Como le tenían miedo, ya todos se preparaban
El velador temeroso, de que Dimas lo matara
Mando llamar los empleados, para que lo desarmaran
Primero Adán y el Cantú, la pistola le quitaron
Y también a Cayetano, que en el carro lo encontraron
A Dimas lo detuvieron, cuando este iba a intervenir
Por la espalda le pegaron, no lo dejaron salir
De pronto Miguel Balderas, su pistola disparo
De dos balazos certeros, el cráneo le atravesó
Adiós Reynosa querido, orgullo de la frontera
Donde Dimas se paseaba, con su pistola por fuera
Ya con esta ahí me despido, señores de esta región
Aquí termina el corrido, ya murió Dimas de León