En el telón de la noche,
se lo juro compadrito,
vi dos estrellas galanas,
dos luceros gemelitos.
¿Serán los ojos brillantes
de un venado lampareado?
o ¿quizá las lucecitas
de un caserío cercano?
Pero allá en Jocote, Tuma
el compadre Gumercindo
le contesta a Sincurpeto
con su acento campesino.
Esas luces que en el cielo
parpadean serenitas
son dos pupilas cahachawas
patentitas, patentitas.
Son los ojos fulgurantes
de Edgar la Gata Munguía,
que nos dicen adelante,
ya viene clareando el díaaa...