Una Tarde En La Mar
Una tarde en la mar se encontraba
los discípulos con el maestro
mientras ellos bogando se hallaban
e Señor descansaba su cuerpo.
Más la nave luego fue azotada
por una tempestad y los vientos
el abismo les amenazaba, más
recuerdan que duerme el Señor
¡Maestro! ¡Maestro!
Despierta tu sueño
//reprende los vientos que perece
nuestra embarcación
El Señor les mira tierna mente y les dice
con voz dulce y suave, sí creyeras en
mí solamente, aunque duerma
seguro estarías, a la mar reprendió en un
momento y a los vientos les manda que
callen, caye el mar y enmudezcan los
Vientos porque ha hablado el divino Señor.
Caye el mar y enmudezcan los
vientos porque ha hablado el divino Señor.