Si ella no me quisiera, no sería capaz,
de levantarme de la cama, echarme agua a la cara,
bajar las escaleras, dar los buenos días, irme a trabajar.
Si ella no me quisiera, no sabría mirar,
con estos ojos que ahora miro, que a veces son de niño,
y a veces tan heridos que aunque necesiten no saben llorar.
Si ella no me quisiera, debería tirar,
estas canciones que ahora canto y bailar un cha-cha-cha.
Si ella no me quisiera, no podría contar,
todas las cosas que ahora cuento, las vidas que me invento,
los demonios, los sueños, que quiera o no quiera me siguen detrás.
Si ella no me quisiera, yo aquí estaba de más,
quizá vediera mi alma al diablo, por comer de su mano,
por seguirla adorando cuando ella no quiera verme nunca más.
Si ella no me quisiera, debería tirar,
estas canciones que ahora canto y bailar un cha-cha-cha.
Si ella no me quisiera, debería tirar,
estas canciones que ahora canto y bailar un cha-cha-cha.
Si ella no me quisiera, debería tirar,
estas canciones que ahora canto y bailar un cha-cha-cha