Robo al pasado mis sueños de niña
y los escondo tras de una razón.
Excusas, y cada excusa es buena.
Robo a la noche sueños más profundos,
más me da gusto y más los escondo.
Así, así no me recuerdo.
Arco iris de sombras.
Entonces corro, corro, corro
con manos vacías,
culpables sólo de no haber pecado.
Corro con el corazón en la garganta,
culpable más por lo que no he vivido.
Socorro, socorro, socorro, socorro.
Robo al silencio el eco de una voz
y lo reflejo en la brisa de una luz.
Canto, ahora soy feliz.
Robo a la vida una chispa de amor
y se me enreda siempre el corazón,
amor, pero el amor es raro.
Arco iris de sombras.
Entonces corro
en el laberinto de los sentimientos,
cayendo en el abismo de las dudas.
Corro y resbalo en otra mentira,
y cómo la verdad quedó desnuda.
Socorro, socorro, socorro, socorro...