Lucrecia cocinó
sirvió el festín, se emocionó
y dejó caer
una lágrima en la sopa;
entonces comprendió: que la vanidad
es una mala dieta para amar,
la vanidad, es una mala dieta para amar
La vanidad, es una mala dieta para amar
La vanidad, es una mala dieta para amar.
Bisonte azul reunió
su tribu bajo el sol
y nos dijo así:
"me voy a los campos de caza hoy pero
nunca olviden que:
la vanidad
es una mala dieta para amar,
la vanidad
es una mala dieta, mala dieta"
(No me alimentes más
sólo necesito la receta)
Jesús de Nazaret
vistió su tapado
de piel de leopardo, y salió
al desierto y oyó
susurrar a los cactus:
la vanidad
es una mala dieta para amar,
la vanidad,
no, no me alimenta más
No me alimentes más
sólo necesito la receta
No me alimentes más
sólo necesito la receta
No me alimentes más
ayer no me entró la camiseta
preguntale al bisonte
preguntale a Lucrecia
preguntale al bisonte azul