Si pudiera ir de vuelta a buscarte
Y bajarme del tren un segundo
Yo lo haría, tú sabes bien que lo haría
Que en la piel se me esconda tu nombre
Que camine y no olvide
Que el dolor se transforme de golpe
Que lo suelte y respire
No es sencillo hallar refugio en la tormenta
Si un ángel siente algo de pena que descienda
Y traiga caricias a los que tiemblan
Cubriendo cada herida con su venda
Tantos se han ido y dejan ríos de carencias
Nuestra impotencia flota en ellos como ramas rotas
Si un mal invisible nos silencia
Alzamos nuestra voz arrinconando a las derrotas
Quizás nos deje como herencia una lección al menos
No perdono a un dios quien dicta quien se marcha a dedo
Cada charco de ausencia refleja el cielo
Por nuestros padres, amigos y abuelos
Que se fueron y dejaron huella en otros
Se que el recuerdo es el mejor pintor de rostros
En cada estrella hay una vida que ilumina
Nuestra noche a la deriva desde el cosmos
Si pudiera ir de vuelta a buscarte
Y bajarme del tren un segundo
Yo lo haría, tú sabes bien que lo haría
Que en la piel se me esconda tu nombre
Que camine y no olvide
Que el dolor se transforme de golpe
Que lo suelte y respire
Muchos se van alzando el vuelo como en trance
Cierran sus ojos en calma su alma se esparce
Y no hay mano que los alcance
Quien se lleva a los mejores deja aquí que los corruptos dancen
Quien tiene ese poder, y elige, destino y origen
Quien corrige cada error, quien dice...
Cuando nos llega la hora y réquiem
O cuánto duramos aquí
No dejemos que la pena se eternice
Tanto llanto sordo se pierde en la multitud
Tantos nombres tachados con una cruz
Aunque el dolor nos una, una muerte inoportuna
Ningún amor se termina en el ataúd
Por eso que la belleza nos susurré más que nuestra rabia
Que la esperanza nos guíe si nos cansamos
Por los mayores sus palabras sabias
Y por los niños que sonríen agarrando nuestras manos
Si pudiera ir de vuelta a buscarte
Y bajarme del tren un segundo
Yo lo haría, tú sabes bien que lo haría
Y entre culpas y preguntas sobrevivo
Voy sacándome la rabia del bolsillo
Voy abriendo ventanas al viento aquí adentro
Todos llevamos una espina y un clavel
Luces y cruces que habitan bajo la piel
Y usamos nuestro pincel sobre un destino de papel
Sabiendo que la muerte es una cifra cruel
No sé, solo se que somos aves fugaces sin alas
Que hay asesinos que vienen pero no avisan
Mejor darlo todo y nunca esperar nada
Antes que ser solo kamikazes de la prisa
Quiero que cada despedida amarga sirva
Y que el daño en nuestro pecho se repare pronto
Que aunque la vida no vuelva a ser ya la misma
El tiempo sea una brisa llevándose cada escombro
Para que sigan vivos los que ya se han ido
Y a través de nuestros ojos sigan contando su historia
Porque sus nombres no caigan en el olvido
Por todos ellos In Memoriam